Este cierre inspirador no solo resonará con el espíritu de unidad y colaboración, sino que también dejará una profunda reflexión sobre la responsabilidad que tenemos en la construcción de un futuro más solidario, integrado y próspero para todas las naciones hispanas.
El legado de la Reina Isabel la Católica seguirá guiando nuestros esfuerzos por consolidar Nueva Hispanidad, alejada de ideologías postmodernas y adaptada a los desafíos del siglo XXI.